Contemplo hasta cierto punto estupefacto como en ciertas arterias principales de la ciudad se acaba de ejecutar la instalación de un nuevo carril bici. Sirvan de ejemplo la Rambla Ribatallada o la Avinguda de Gràcia. Para ello se han sacrificado carriles para vehículos a motor o plazas de párking en la vía pública, según la zona.
Con la que está cayendo con el Covid19 pienso que es una medida que tomada en estos momentos es absolutamente contraproducente y que bien habría hecho el equipo de gobierno del tripartito en haber reculado a tiempo. ¿Acaso quieren los concejales que representan a Esquerra, el PSC y las CUP fastidiar y acabar de hundir al comercio local? La respuesta es que seguro que no. No me cabe la menor duda de que su intención es bienintencionada. Por lo tanto, no puedo sino achacar esta decisión a una torpeza por su parte.
Para una gran parte de los ciudadanos de Sant Cugat, por lo menos aquellos que no puedan acercarse a pie, el desplazarse al centro en vehículo a realizar las compras puede empezar a resultar harto desagradable: atascos, pérdida de tiempo en encontrar un lugar donde estacionar al aire libre, muy probablemente pagando o resignarse finalmente por aparcar el coche en un parking con el correspondiente desembolso económico.
Y, evidentemente, debemos tener en cuenta que el consumidor tiene otras opciones interesantes de compra u ocio en lugares periféricos de la ciudad donde acceder resulta bastante más sencillo y donde además estacionar el vehículo resulta gratuito. Grandes superficies, básicamente, que a partir de ahora resultarán un poquito más atractivas si cabe y donde no estás obligado a mirar el reloj.
Es decir, nos encontramos ante la paradoja de ser gobernados por unos partidos de izquierda que dicen defender el comercio local y de proximidad y sin embargo sus actos y decisiones producen los efectos exactamente contrarios: torpeza.
Y es que a veces la clave de la buena gobernanza es simplemente un poco de sentido común. Evidentemente todos coincidimos en avanzar paulatinamente hacia una sociedad cada vez más sostenible. Pero el precio a pagar no puede ser el poner palos en las ruedas a un comercio local que lucha por sobrevivir en un año en el que las cosas se han puesto especialmente difíciles debido a la pandemia del Covid19. Un sector que da vida a Sant Cugat, crea riqueza, crea empleo y paga impuestos en definitiva en beneficio de todos.
Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA) es regidor del Grupo Municipal de Cs en Sant Cugat