Tener hijos a día de hoy es cosa de valientes. En la tele no vamos a ver en una serie con retrato de paternidad o maternidad en plan Frank de la Jungla con música para héroes pero, desde mi punto de vista, es más admirable tener hijos hoy en España que meterte en un pantano en Indonesia.
Y es que, cuando te pones a ser padre o madre, entras de lleno en el mundo de los platillos sobre el palo. Las vidas de muchos se convierten en esa imagen de los malabaristas geniales que consiguen que, en paralelo todos los platos den vueltas sobre sí mismos, a la vez y sin caer al suelo.
A la revolución íntima y personal que supone tener al bebé o un nuevo miembro de la familia se une el cambio de horarios, el cambio de objetos a tu alrededor, los miles de gastos que se acumulan, la nueva fase con la pareja… Y la necesidad de encajar todo ello con un trabajo. Lo que antes eran pequeñas dificultades se engrandecen y si no tienes la inmensa suerte de contar con familia cerca, a menudo los abuelos, los gastos del cuidado de los pequeños ante nuestra ausencia se hacen insostenibles.
Pues esta es la cuestión ¿Qué podemos hacer entre todos para mejorar esta situación a la que muchos se ven abocados? ¿Somos perfectamente conscientes de que para una sociedad que lleguen muchos niños es el mejor futuro en sentido absoluto?
Algo hemos avanzado al menos, porque desde hace unos pocos años tenemos el nombre para este hecho, situación o necesidad. Han bautizado a este fenómeno como la conciliación. Y en ese camino de desbroce, creación, innovación y gasto público debe estar toda la sociedad. En tanto que los políticos pertenecemos a ella y además nos pagan un sueldo para mejorar nuestro entorno este ámbito es un marco en el que tenemos que movernos sí o sí y buscar siempre puntos de encuentro.
Ante este nuevo reto Ciudadanos trabaja en el Congreso, los diferentes parlamentos autonómicos y los ayuntamientos para dotar de un mayor encaje a todas las medidas tendentes a llevar a cabo la conciliación real de la vida personal y la vida laboral. Aquí en Sant Cugat durante este mes de diciembre presentamos una moción para que la educación pública de 0 a 3 años pueda ser una opción para más niños, para más familias y en mejores condiciones.
La insultante falta de medios que la Generalitat desde hace unos años pone para las necesidades importantes de la población se traduce en todos los campos. Nos ha quedado clarísimo cual es la prioridad del conglomerado de siglas que nos desgobierna. Pueden seguir con su rollo, pero algunos pondremos el foco en lo que toca: guarderías para los niños y niñas, bien dotadas, con profesionales de primera fila, reconocidos, prestigiados y con las mejores instalaciones dotadas de máxima seguridad. De todo eso no estamos bien servidos en esta ciudad, Hay regiones que nos dan mil vueltas. Y muchos lectores sabrán de lo que hablamos: Entrar en una Escola Bressol es casi misión imposible porque la proporción entre niños y plazas es de risa y además el coste de una es tan alto que si haces los cálculos te das cuenta que es más barato llevar a tus hijos a un colegio privado, al menos hasta los tres años. Además con una gran ventaja: serán estimulados y atendidos en catalán, inglés y castellano. Lo que todos deseamos para nuestros hijos en un mundo globalizado.
Hay que revisar el sistema. Algo falla. Esta moción es el comienzo y seguiremos. Puede haber temas importantes pero esenciales como este, pocos. No se da un presente decente ni un futuro posible si no conseguimos un mundo en donde las personas puedan tener hijos y sentirse bien y arropados por todo el sistema.
Munia Fernández-Jordán (@muniafj), es concejal de Ciutadans en el Ayuntamiento de Sant Cugat