Una de las reclamaciones históricas de la ciudad ha sido siempre la obtención tarifaria de Zona 1 para aquellos ciudadanos que se desplazan diariamente a sus puestos de trabajo en Barcelona. La razón es bien sencilla puesto que, en lugar de pagar una tarjeta T-10 (10 viajes) de 19,60 euros, el precio se reduce a la mitad (9,95).
Pero como todo, hay una parte negativa que deriva de esta modificación y que el gobierno municipal no quiere explicar a la ciudadanía mientras lo esconde al resto de los partidos políticos de la oposición en negociaciones que no trascienden de su entorno privado y que filtran convenientemente a los medios, antes incluso de debatirlos con el consistorio donde, les recuerdo, Convergencia no tiene la mayoría.
La implicación de este cambio de zona tarifaria se ha anunciado desde el equipo negociador con un incremento del IBI municipal, cosa que dispararía aún más el impuesto a nivel local. La pregunta a la que nadie nos ha querido responder es evidente: ¿Cuánto sería el incremento?
Para ello haremos un cálculo rápido basado en los datos que se pueden encontrar en las estadísticas de la ciudad y en medios preferidos a los que se les filtra los datos estadísticos para su exposición parcial, a diferencia de los partidos de la oposición.
Aproximadamente se calcula que, al año, hay un total de siete millones de desplazamientos de tren entre la Sant Cugat y Barcelona. Si calculamos la diferencia entre la T-10 actual y la misma tarjeta T-10 de Zona 1, existiría una pérdida de ingresos anual por parte de FGC de 6.755.000 euros que el ayuntamiento de Sant Cugat compensaría con la subida del IBI de los ciudadanos que utilizan el transporte público y de los que no.
Según los datos del Idescat de 2015, en Sant Cugat hay censadas unas 59.216 viviendas que pagan un coste medio de recibo de IBI de 817,60 euros. Si se divide los casi siete millones de euros por el número de viviendas, el aumento del recibo promedio del IBI a partir del 2018 será de unos 14,07 euros que equivale a un incremento medio por hogar de 1,72%.
Éstos son los datos que hemos calculado sin que se nos haya facilitado ninguna información más que la existente en las redes y que, de no intermediar alguna subvención por parte de alguna administración, será la subida efectiva media en el recibo anual del próximo IBI 2018.
Ante esta la propuesta de absorción de las pérdidas de los FGC del cambio de zona tarifaria por medio de la subida de uno de los IBI más altos de España, desde nuestro grupo municipal de Cs nos hemos opuesto a la subida y hemos solicitado que se absorba la subida sin que haya impacto en el recibo del IBI. También hemos solicitado que se aclare qué sucederá con los miles de estudiantes universitarios que hacen el viaje en dirección contraria hacia la UAB o a la UPC de Terrassa o Sabadell.
¿Y los que trabajan fuera del municipio? ¿Dónde empezará la Zona 2?
Demasiadas dudas sin resolver, demasiado ocultismo. Cs Sant Cugat sí tenemos propuestas concretas para la ciudad pero mientras el equipo de gobierno en minoría no se siente a negociar con el resto de partidos que representamos a la mayoría de Sant Cugat, no daremos ideas que al final vendan como propias. Una pista: el futuro no son las zonas tarifarias.
El gobierno municipal demuestra, de nuevo, escasez de ideas y escasez de soluciones ante retos de indudable beneficio para la ciudad con el único objetivo de colgarse unas medallas de dudosa credibilidad y que pagarán los de siempre.
Aldo Ciprian (@a_ciprian) és Portaveu del Grup Municipal de C’s a Sant Cugat