Si algo creo que ha ido empeorando paulatinamente en este mandato es la actitud de nuestra alcaldesa, Mireia Ingla, especialmente en cuanto a la gestión de las audiencias públicas o en dar voz a los concejales de la oposición cuando tienen ese derecho.

Ciertamente, los regidores de Ciutadans, como afectados que somos, no pedimos nada que no esté recogido y articulado en el ROM. Me refiero explícitamente a nuestro derecho a tomar la palabra cuando se nos ha hecho algún tipo de alusión. En este sentido el reglamento que todos nos hemos dado y que rige como debe transcurrir el Pleno recoge de manera clara que ese derecho no puede ser negado por la alcaldesa. 

Pero por desgracia, en los últimos plenos, hemos visto como en algunos momentos se nos ha negado ese derecho. También hemos observado como las intervenciones en la audiencia pública no se miden por el mismo rasero según cual sea su contenido. Esto es, si el contenido es del agrado del gobierno tripartito se permite al vecino que toma la palabra, o portavoz de un colectivo determinado, que se explaye largamente y a tener el derecho a réplica que le corresponde. En cambio, si el contenido de lo que se pregunta o de lo que se expone no es agradable de escuchar a los oídos de nuestra alcaldesa se interrumpe a quien ha tomado la palabra apremiándole a acabar e incluso se le niega el derecho que tiene, repito, a réplica. 

Es decir, demasiado a menudo vemos que en vez de que prevalezca el sentido democrático de dejar hablar a las personas que han tenido la molestia de acudir al Pleno, más allá de compartir sus opiniones o no hacerlo en absoluto, lo que ha imperado desde la alcaldía es un criterio arbitrario y caprichoso. 

Siento decirlo, pues uno siempre espera que las instituciones funcionen cada vez mejor, pero ciertamente las dos predecesoras de nuestra actual alcaldesa en el puesto sí tuvieron la capacidad de ser más respetuosas en la observancia del reglamento y tuvieron, también, un talante más democrático en escuchar las críticas, gustasen más o gustasen menos.

Además, creo que es de recibo apuntarlo, la Sr. Ingla durante el mandato pasado y estando en la oposición, se quejó precisamente más de una vez de la forma en que, en alguna ocasión, la Sr. Conesa o la Sr. Fortuny dirigían el pleno, tal vez de una manera que podría considerarse tendenciosa en un momento determinado. 

Precisamente por ese hecho, haber estado todo un mandato en la oposición y poder sentir a veces que no todos los concejales somos tratados igual, es por el que emplazo a nuestra alcaldesa a que reflexione acerca de cual debe ser la actitud con la cual debería dirigir los plenos la máxima autoridad de la ciudad. En último término apelo, sencillamente, a que se haga un uso más justo y ecuánime del reglamento que entre todos nos hemos dado. 

Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA) es regidor del Grupo Municipal de Cs en Sant Cugat