Resulta muy preocupante que en una ciudad como Sant Cugat, que cuenta ya con casi noventa y cinco mil almas, la Policía Local de la ciudad dejase de estar operativa durante unas horas. Esto sucedió hace escasos días y el hecho en sí no es fruto de una serie de catastróficas desdichas, sino de una mala planificación que se ha venido arrastrando durante todo el mandato a la que ha venido a sumarse el efecto de la última ola de coronavirus en forma de bajas laborales.

Yendo a la raíz del problema nos encontramos con que el tripartito que dirige la ciudad nunca ha tenido en la seguridad una de sus preferencias. Es más, uno de los partidos que están integrados en el gobierno municipal, las CUP, siempre ha desconfiado del modelo de Policía Local tal y como este está configurado y diseñado. Ellos sostienen que su modelo de seguridad es otro, aunque luego nunca sepan concretar en qué se traduciría este modelo alternativo.

De este espíritu pasota (por lo menos en los primeros dos años del mandato) de quien nos gobierna hacia la seguridad ciudadana nacen los principales conflictos que ha puesto ya de manifiesto el sindicato mayoritario del cuerpo policial de la ciudad: una carencia estructural de efectivos, errores a la hora de cobrar las nóminas, carencias a la hora de resolver las quejas y reclamaciones, cuadrantes mejorables y un largo etcétera. 

Ahora, me consta, se está intentando corregir el desaguisado. Pero hemos perdido un tiempo precioso y, por lo tanto, costará mucho más poner al día un servicio como es el de la policía local que necesita de recursos económicos y humanos. 

Sirva como ejemplo también de esta desgana en materia de seguridad de quien nos gobierna el hecho de que, pasados ya más de treinta meses desde que tomaron las riendas del ayuntamiento, no se ha cumplido con la promesa de instalar cámaras de vigilancia en Valldoreix. Curiosamente no ha habido problema alguno para instalar cámaras de control de entrada en la Zona de Bajas Emisiones. No perdemos la esperanza de que en este mandato se acaben colocando dichas cámaras, pero sinceramente desde el grupo municipal de Ciutadans cada vez somos más escépticos con el hecho de que exista la voluntad real de colocarlas. 

Por lo tanto, repito, el hecho de que la Policía Local dejase de prestar servicio hace unas jornadas no fue algo fortuito, sino la punta del iceberg de una política deficiente en este ámbito hasta la fecha. 

Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA) es regidor del Grupo Municipal de Cs en Sant Cugat