En alguna ocasión algún amigo me ha pedido el favor de si le podía informar o asesorar someramente acerca de las bonificaciones fiscales que a nivel local  tenía la instalación de placas fotovoltaicas. Bien, favor que no era tal puesto que en parte considero que forma parte de mis funciones y en segundo lugar porque tengo por la mano las diversas ordenanzas que rigen en Sant Cugat y es una consulta que puedo atender con relativa facilidad.

Todo esto viene a raíz de la pregunta, muy conveniente por cierto, del Sr. Puigdomenech acerca de los aproximadamente cuatrocientos expedientes que están paralizados en el ayuntamiento esperando que se les retorne la bonificación del IBI que recoge la ordenanza municipal. Son, por lo tanto, cuatrocientas familias que tienen derecho a ello. 

Y es entonces cuando yo me acuerdo de mi amigo, de otros conocidos, y en general de todos aquellos que han decidido apostar por una energía mucho más limpia y sostenible adquiriendo placas fotovoltaicas. Una inversión cara y cuya rentabilidad no se ve sino al cabo de muchos años. Teniendo en cuenta, claro está, que entren en juego unas bonificaciones que, a día de hoy, no se están abonando. 

El asunto sabe doblemente mal porque, en realidad, para todas estas familias o por lo menos para la gran mayoría, su decisión de apostar por la energía solar ha sido por encima de todo una decisión moral. Un compromiso firme y llevado a la práctica de hacer este mundo un poco mejor gracias a una decisión personal llevada en último término a la práctica. El asunto económico, aun importante, ha sido probablemente secundario. 

Luego la siguiente pregunta que se le viene a uno a la cabeza es: ¿cómo esperamos de verdad caminar hacia una economía verde si es la administración la que le falla precisamente a los más generosos, los más concienciados, los convencidos? Y ante este trato ¿Cómo se supone se van a arriesgar a invertir en placas fotovoltaicas aquellos más escépticos?

En definitiva, es urgente que se pongan los medios humanos y materiales necesarios por parte del ayuntamiento para dar salida a estos expedientes acumulados y abonar lo que se debe. Y cuando digo urgente digo también prioritario. Debe ocupar y preocupar a los responsables políticos del gobierno local mañana, tarde y noche hasta que se solucione esta circunstancia tan, a mi juicio, absolutamente injusta.

Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA) es regidor del Grupo Municipal de Cs en Sant Cugat