Hace ya más de un año que la COVID19 llegó a nosotros. Desde ese momento ha marcado con intensidad el ritmo de nuestra vida y de la economía, y nuestro municipio no ha sido ajeno a ello.

Desde Ciutadans, hemos ofrecido toda nuestra predisposición para ayudar al equipo de gobierno en la toma de decisiones que pudieran contribuir a paliar el impacto de esta pandemia, tanto desde una perspectiva social como económica, para que nadie se quedase atrás. 

Desde la vertiente económica venimos trabajando para la supresión del Tributo Metropolitano y otras medidas que, desde un plano fiscal y de ayudas económicas directas, ayudasen a reducir la carga a los que más sufren la crisis actual.

Pero esta actualidad coyuntural impuesta por la COVID no puede hacer que dejemos de lado proyectos necesarios para Valldoreix, muchos de ellos ya reivindicaciones históricas como la urbanización de la Avda Baixador o la mejora en las instalaciones de la estafeta de Correos. También tenemos pendientes la negociación de la mejora del Convenio Sant Cugat-Valldoreix, de cuya buena resolución depende en gran medida la calidad de servicios básicos para la vila. 

Por último, no olvidamos la problemática de la seguridad en Valldoreix. Aunque la limitación de movilidad y el teletrabajo han reducido ligeramente los datos de delincuencia, estamos seguros de este descenso es coyuntural y que volverá aumentar a medida que nos recuperemos del impacto de la pandemia. Por ello, seguimos insistiendo en la necesidad de invertir en recursos, humanos y materiales, como por ejemplo, las cámaras de seguridad a las que se comprometió el equipo de Gobierno y que permitirían garantizar el grado de Seguridad que demanda la ciudadanía.

Hemos trabajado y seguiremos trabajando, haciendo oposición útil y preocupándonos de los problemas reales de los vecinos: para tener mejores servicios, más información y transparencia, más y mejor seguridad; y una EMD más plural donde quepamos todos.

Estamos a mitad de mandato. Sin duda la Covid19 ha marcado esta primera mitad, pero si no hay voluntad, esfuerzo político y priorización de objetivos corremos el riesgo de que el resto de mandato sea un mero transcurrir del día a día, sin afrontar con ambición los retos que requiere Valldoreix, y que al acabar los cuatro años el balance final se quede en un triste recuerdo de lo que pudo ser y no fue.

Anna Cano (@cano_anna)