Visto en retrospectiva el mandato 2015-2019 pasará a la historia de nuestro municipio como el mandato de los incumplimientos; habrá quien piense que mi visión de los hechos será sesgada o incluso malintencionada. Le invito por ello a que consulte la hemeroteca que al final nos retrata a todos para verificar, casi con criterio científico, que lo que digo se ajusta fielmente a la realidad.

La antigua Convergencia, ahora llamado Pdecat y mañana vaya usted a saber, prometió en su día una serie de inversiones en Sant Cugat para este mandato. Lo cierto es que la mayoría no se han llevado a cabo y las más afortunadas se están ejecutando a una velocidad parecida a la construcción de la Sagrada Familia…

Fijémonos en unas pocas a modo ilustrativo: la cobertura de la piscina del Parc Central se anunciaba que estaría lista para el curso 2016-2017. A día de hoy, y siendo extraordinariamente optimistas, entrará en marcha a finales de 2019. Es decir, tres años más tarde de lo previsto.

Algo parecido sucede con el nuevo edificio de la Unió Santcugatenca que en su día se dijo se inauguraría antes de las elecciones de mayo de este año en curso; el retraso también es cuantificable en años en cuanto a la rehabilitación y puesta en servicio de la Masía de Can Quitèria.

Probablemente el caso más sangrante es el del complejo deportivo de Mirasol donde los retrasos e incumplimientos se miden en lustros. ¡En lustros! Cuando el Sr. Calvet asumió la cartera de urbanismo en 2015 parece ser que quiso hacer borrón y cuenta nueva. Tan borrón y cuenta nueva que el poner fecha para dicho equipamiento corresponde más a adivinos con túnica que a políticos locales…

Pero son muchos más los proyectos que duermen el sueño de los justos en algún cajón del ayuntamiento o no llegarán a tiempo: las pantallas acústicas de Mas Gener (cabe decir que aquí la responsabilidad no es exclusiva del ayuntamiento), la entrada en funcionamiento del edificio definitivo de la Escuela La Mirada, la nueva Sala Polivalente que ya debería estar construida y cuya intrahistoria daría para una película idónea para un domingo por la tarde, y así un largo, larguísimo etcétera.

Y cuando desde la oposición nos indignamos ante la recurrencia en la mentira y la falta de seriedad por parte del equipo de gobierno siempre nos encontramos con La Excusa: problemas con la licitación, retraso burocrático ajeno a la voluntad del ayuntamiento, incerteza económica, imprevistos de última hora, etcétera. La Pertinaz sequía adaptada al siglo XXI.

Háganme caso: cuando les llegue a su domicilio el programa electoral del Pdecat, o como quiera que se llamen, considérenlo más bien un escrito de ciencia ficción antes que un documento a tener en cuenta. Cualquier parecido con la realidad será mera coincidencia.