Decía el historiador romano Tito Livio que el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son. Y no le faltaba razón. Dos milenios después de dicha afirmación podemos decir que sigue plenamente vigente.

Todo esto viene a colación acerca del debate que ha surgido en nuestro municipio acerca de nuestro modelo de seguridad y la oleada de robos a domicilios que Sant Cugat está sufriendo en los últimos tiempos. Hay un dato cierto y es que desde 2015 hasta 2017 esta tipología de delincuencia aumentó en un 42%. Según recogen diversos medios de comunicación locales, los datos hasta la fecha en lo que llevamos de 2018 reflejan que la situación no ha mejorado precisamente. Por lo tanto, hay una base cuantificable y científica para dar la razón a todos aquellos ciudadanos que consideran que en este último mandato del Pdecat la sensación de inseguridad ha aumentado.

A partir de aquí, desde Ciutadans, exigiremos al equipo de gobierno y en especial a la nueva alcaldesa, que se ponga toda la carne en el asador para revertir una problemática que nos afecta como sociedad. Es difícil que la política pueda controlar el alarmismo en un momento determinado, máxime cuando éste depende más de la emoción que de la realidad. Ya lo decía Tito Livio. Pero la política sí puede aplicar medidas concretas y correctoras que con el pasar de los meses calarán en la sociedad y harán que este alarmismo no tenga razón de ser y caiga por su propio peso.

Necesitamos, por lo tanto, incrementar recursos humanos y materiales para mejorar nuestra seguridad. Y necesitamos hacerlo ahora, no dentro de unos meses. Debates (alguno de los cuales me consta que ya se está abordando y empieza a dar sus frutos) como una mejor cooperación entre la Policía Local y los Mossosd´Esquadra deben ser abordados de inmediato.

Otros asuntos no menos importantes a considerar pueden ser: colocación de más cámaras de vigilancia y mejora de su calidad, posibilidad de externalizar servicios por parte de la Policía Local para queun mayor número de agentes puedan estar patrullando en la calle, seguir difundiendo unas medidas de autoprotección que resulten disuasorias, etcétera.

Por último, destacar que este esfuerzo en la mejora de la seguridad debe ser prioritario y sostenido en el tiempo. Nuestra aspiración colectiva no puede ser la de rebajar la delincuencia a las cotas de 2015, sino perseguir una mejora continua.

En definitiva, hay asuntos como el de los accidentes de tráfico, o el de la seguridad ciudadana en que absolutamente jamás podemos darnos por satisfechos ni bajar la guardia.

 

 

Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA) es regidor del Grupo Municipal de Cs en Sant Cugat

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