Te levantas por la mañana y te enteras de que el metro de NY ha estado una hora parado, que tu tablet se ha quedado obsoleta porque se ha lanzado al mercado una nueva versión con quinientas aplicaciones y que en un pueblo de Grecia una niña ha sobrevivido milagrosamente a una caída desde un cuarto piso. La globalización es fascinante.
En política más de lo mismo: Tenemos toda la información que queramos y más. Los debates del siglo, unos cuatro al año dado el calendario de elecciones de este país, los seguimos por tierra, mar y aire. Durante su emisión participamos a través de las redes sociales, dilucidamos sobre si el programa económico de unos es mejor que el de otros, tenemos opinión sobre la política de defensa de los morados o las incongruencias del gobierno. Como nos lo han contado tantas veces, aunque no tengamos ni idea del concepto, bordamos lo del IVA, eso del reducido, super-reducido, cultural… Muy español: al final, todos llevamos un seleccionador nacional dentro.
Lo fascinante de la política municipal es que te separa un poquito de ese mundo ¡hay tanto que conocer! No es suficiente hablar con cuatro vecinos al día o que tu agenda se llene de lugares a los que acudir o que tus ojos vean todas las aceras, todos los columpios, todas las farolas… Conocemos personas que se acercan a nosotros dejando un aviso, solamente por civismo: “una tubería pierde agua, se malgasta y hay que arreglarla cuanto antes”; o para que otro no caiga en el mismo en el agujero que ha dejado un adoquín en la plaza y una herida en su rodilla…
Olvidas casi que hay una carrera a la presidencia de España en la que Rivera por fin es un líder nacional que saca cuerpos de ventaja a otros que, hace un año, se veían presidentes y lo olvidas porque hay muchas cosas que intentar, por ejemplo, poner un cajero en Mirasol.
Desde luego eso sí que es política de proximidad, y sorprende que siendo una demanda del distrito desde hace años haya tenido que llegar Ciudadanos al Consistorio para que se haga realidad. Nos pusimos manos a la obra primero porque lo sabíamos. Es lo que tiene patear, llegas a las tiendas del Mercado y ante la pregunta de ¿dónde está? los comerciantes con resignación te dicen que no hay. Segundo porque se pusieron en contacto con nosotros para pedirlo y siempre estudiamos todo lo que los santcugatenses nos comentan y tercero porque es de justicia que un lugar tan emblemático tenga servicios reales, eficientes, normales. Nada tiene menos sentido que edificar bibliotecas que cuestan millones de euros antes que aprovechar edificios históricos y dejar permanentemente de lado las necesidades que hacen la vida más fácil.
Tocamos la puerta de varias entidades bancarias y finalmente podemos informar orgullosos de que el Banco Sabadell instalará el cajero a principios de año en el local del mercado. Sólo falta una firma del Ayuntamiento. Esperamos que no lo retrase porque el impulso en la gestión haya sido nuestro. En Ciudadanos Sant Cugat seguimos cerca, aunque el jefe y su equipo estén a las puertas de la Moncloa.
Munia Fernández-Jordán (@muniafj), es concejal de Ciutadans en el Ayuntamiento de Sant Cugat
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