Comienza un nuevo curso, y van dos en pandemia. Los pequeños van emocionados o llorando, los mayores puede que duerman mal el día antes y disimulen. O no. Hoy en día padres y madres protegemos y miramos y vamos y venimos por ellos tal vez demasiado. En este mundo nos centramos en la familia y lo nuestro y cerramos los ojos ante lo de alrededor o hacemos como que no lo vemos…
La cuestión es que llega otro curso en todos los sentidos y el político sigue igual de mal. No hay mucha esperanza de que algo tire en esta Cataluña de éxodo y asalto a la Policía Nacional. Yo no sé si esos que permiten que el que quiera arrase con la propiedad del vecino saben que los medios extranjeros lo recogen y se corre la voz de que Barcelona no es un destino seguro.
Mientras tanto, Sant Cugat a su sombra, poco gana con la fuga de empresas y una gestión de novatos.
A estas alturas nadie sabe de lo que depara el curso pero una cosa sí es cierta: que el caos, la desidia y la falta de sentido común reinan en Cataluña. Mucho ataque a Felipe VI pero aquí hay mucho reyezuelo sin corona y poco Estado de Derecho.
Munia Fernández-Jordán (@muniafj), es concejal de Ciutadans en el Ayuntamiento de Sant Cugat