foto sergio colorSorprendido me quedé, el viernes pasado, al ver publicado en un medio de comunicación local que la señora Conesa solicitaba al responsable de Interior de la Generalitat mayores efectivos para la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Sant Cugat del Vallés. Sorprendido, digo, porque precisamente hacía poco más de un mes que esa misma moción la habíamos presentado en el pleno del Ayuntamiento de julio conjuntamente con el Partido Popular y Ciutadans, siendo rechazada en el consistorio con la oposición del resto de partidos políticos, incluyendo a Convergència.

El título de la moción, de hecho, no dejaba ningún lugar a la imaginación o a segundas interpretaciones. Aun así, la transcribo literalmente: ‘moció conjunta dels grups municipals del PP i de C’s per instar la Generalitat a augmentar el número d’efectius de Mossos d’Esquadra a Sant Cugat’. Cuando procedimos a votar favorablemente la moción tan solo cuatro personas levantamos la mano, entre ellos un servidor, mientras que los 11 regidores de Convergència la votaron en contra.

Ciertamente, creo que es de recibo decirlo, todos los partidos de izquierdas que están representados en el consistorio rechazaron la idea de apostar por tener un mayor número de efectivos de policía autonómica. Y aun estando en desacuerdo con ellos hay que reconocer que en julio y septiembre han seguido pensando lo mismo. Coherencia dentro de la incoherencia. El espectro argumental oscila entre la idea de ‘policía igual a malo’, de las CUP; y la suficiencia magnífica de recursos que, por lo visto, dicen tenemos en Sant Cugat los regidores de Esquerra Republicana de Catalunya. Por lo visto el aumento de robos para ellos es algo a lo que quitar hierro. Una mala racha. Exageraciones.

Lo que me preocupa, realmente, son los bandazos en materia de seguridad ciudadana que tiene el actual equipo de gobierno, que al fin y al cabo es quien tiene poder de decisión. Para empezar, decir que el mandato echó a andar dejando esta importante área descabezada, pues a la postre la responsable era la propia alcaldesa, que ya sabemos que, entre la Diputación, su propio partido y el Ayuntamiento anda bastante ajetreada.

Imagino que ella misma, viendo el desgobierno en materia de seguridad, decidió finalmente poner bajo una tenencia de alcaldía a la susodicha área, decisión que tardó en tomar un año, dicho sea de paso. Pero, como comentaba anteriormente, en el pleno de julio se nos acusó de generar alarma social a aquellos partidos que nos hacíamos eco del espectacular incremento de robos en nuestra ciudad durante el primer semestre del presente año. Cuantas veces, en este sentido, se nos pide a los representantes públicos que no perdamos el olfato de la calle, de las demandas vecinales. Y a decir verdad son muchas las veces en que en los últimos meses ciudadanos anónimos se nos han acercado para hacernos llegar su preocupación al respecto.

En fin, desde Ciutadans nos parecía consecuente dotar de mayores recursos a la comisaría de nuestra ciudad, tanto en cantidad de efectivos como en mejores medios. Una buena moción para mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos, pensamos. Moción que nos terminaron tumbando finalmente los convergentes. Y es que, como decía Billy Wilder: ‘Ninguna buena acción queda sin castigo’.

Lo dicho, Sra. Alcaldesa, nos alegramos de que el mes de agosto le haya sido propicio, haya podido reflexionar y tomar conciencia de la situación y del estado de opinión generalizado de que necesitamos mayor seguridad. Rectificar es de sabios, y todo eso. Aunque no deja de tener su guasa que en un mes pase de oponerse radicalmente a una idea, a abanderarla. Una transmutación exprés que al mismísimo Fulcanelli, consumado alquimista, le habría costado conseguir.

 

Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA), és regidor de Ciutadans a Sant Cugat i coordinador de l’agrupació

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