foto sergio colorA algunos cargos electos no nos resulta especialmente gratificante el tener que hacer un llamamiento a la participación en las próximas elecciones generales del mes de junio. Más que nada, por el hecho de que hasta hace poco, siempre cabía el argumento de que los ciudadanos podían con su voto escoger el tipo de gobierno que querían y con ello se olvidaban del asunto, o como mínimo ya habían cumplido con su obligación.

Por primera vez desde la época de la Transición, sin embargo, esto no ha sido suficiente, y muchos votantes se encuentran con el hecho de que habiendo ellos cumplido con su deber democrático, son los partidos los que no han cumplido con su responsabilidad y han sido incapaces de llegar a un acuerdo desde el pasado veinte de diciembre.

Desde Ciudadanos procuraremos en estas próximas semanas la difícil tarea de ilusionar de nuevo al electorado. Pediremos por lo tanto que hagan el esfuerzo de leer el relato de lo acontecido desde las pasadas Navidades, y que sean capaces de separar el trigo de la paja.

Humildemente trataremos de hacerles entender que nuestro partido se ha ganado el sueldo en este tiempo y ha sido el único que ha tenido sentido de estado. Hemos tendido la mano a nuestra izquierda y a nuestra derecha, sabiendo que la no formación de gobierno sería un fracaso colectivo ante los españoles. Creemos que somos los únicos que realmente pueden abanderar la bandera del voto útil.

Deberá explicarse el Partido Popular: explicar que declinó la oferta del Rey para intentar formar gobierno, que su postura siempre estuvo enrocada y que haciendo un símil futbolístico, esperó a que le pasasen la pelota sin atreverse a ir a buscarla. Explicar el hecho de porqué durante estas semanas postreras, la corrupción protagonizada por populares, día sí día también, seguía llenando las portadas de los periódicos y anidando en el Senado.

También tendrá una difícil papeleta el Partido Socialista, más pendiente de sus guerras internas que de servir a los ciudadanos que le prestaron su voto. Que fue capaz de poner en común un acuerdo con Ciudadanos, pero a la vez fue incapaz de tender la mano a la fuerza más votada, ejerciendo un veto que no responde a la realidad y gobernabilidad del país.

En lugar de ello, el partido que dirige Pedro Sánchez anduvo hasta el último minuto procurando tener el beneplácito de Podemos, aunque ello signifique enfrentamiento y un modelo de economía obsoleto, que pone en riesgo el estado del bienestar en que vivimos. O mejor dicho lo poco que nos queda de él.

 

Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA), és regidor de Ciutadans a Sant Cugat i coordinador de l’agrupació

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