“Con quien menos afinidad tengo en el nuevo Pleno es con Ciutadans porque desconfían de todo”.
Algo hemos hecho bien si nuestra alcaldesa virtual, colocada ahora de facto entre Diputación y Municipio, afirma esto cuando no hace un mes que hemos llegado al Ayuntamiento. Me gusta el tema que ha puesto sobre la mesa la Sra. Conesa. En la sociedad del siglo XXI es ya un paradigma la necesidad de que los sentimientos vertebren todos los ámbitos de la sociedad. Lo dice Javier Gomá de una forma muy ilustrativa: “si en el s. XVIII la máxima fue atrévete a saber; ahora debemos atrevernos a sentir”. La confianza es sentimiento. Su afirmación me lleva a la reflexión y rápido a la conclusión: es cierto, pero con un matiz, “desconfiamos de casi todo” y las razones son muy sencillas, hemos estudiado y somos oposición. Tenemos sobrados datos para desconfiar y hemos llegado para cambiar las cosas.
Ciudadanos no sólo llega al Ayuntamiento de Sant Cugat porque la marea naranja se extienda por toda España gracias a un líder magnífico como Rivera y a un equipo que ha sabido exportar un partido que en Cataluña ha dado sobradas muestras de ejercer una política valiente, nueva y regeneradora. Ha aterrizado en el consistorio con tres concejales porque este partido aquí lleva años trabajando con entusiasmo, rigor y esfuerzo infatigable.
Para ello cuenta con una agrupación que ha regalado su tiempo para conocer muchos temas que ocupan y preocupan a las personas que viven o trabajan en Sant Cugat. Y no era fácil. En esta “smart city” que se publicita en la web del Ayuntamiento como si estuviera llena de edificios proyectados por Foster y omite cualquier foto de Las Planas muchas veces es muy complicado saber.
El gobierno de este municipio, con la semialcaldesa y semipresidenta al frente, gasta en comunicación, es decir, en publicidad, es decir en propaganda, la ingente cantidad de dos millones de euros al año y con eso se explica a esta ciudad lo bien que van las cosas.
Pero siempre queda un reducto de hombres y mujeres libres que desconfían del cuento, del poder, de los medios de comunicación que siempre narran o publicitan la misma versión y de los plenos de los ayuntamientos que van tras utopías y banderas antes que ponerse a trabajar para bajar el vergonzoso IBI o el precio del transporte público a Barcelona.
Algunos de esos seres libres nos han ayudado y nos ayudarán con la información que nos aportan para conseguir que esta ciudad, gestionada de espaldas a las clases medias que la habitan, que no pagan agua sino impuestos sobre el agua y cuyos hijos no pueden ir a guarderías públicas porque las plazas ofertadas no son para ellos, cambie y sea gestionada de manera diferente. Es posible que el ingente presupuesto del que dispone vaya a mejorar la vida de las personas que habitan, disfrutan o recalan en Sant Cugat. Y para eso estamos. La confianza no se compra, se logra.
Munia Fernández-Jordán Celorio, es concejal de Ciutadans en el Ayuntamiento de Sant Cugat
Este artículo fue publicado en el Cugat.cat el día 08/07/2o15
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