A estas alturas del año, los ayuntamientos están en fase de aprobación preliminar, presentación de enmiendas y búsqueda de consensos de cara a la aprobación final de los presupuestos que regirán las cuentas municipales del próximo ejercicio.
Lo ideal, es que este proceso sea el resultado de un trabajo preliminar que permita sentar las bases de los que podríamos denominar un “buen presupuesto”.
La EMD de Valldoreix, al igual que el resto de municipios, no es ajena a esta actividad, aunque la dinámica que marca la actividad política de este mandato, y las circunstancias particulares fruto de la pandemia de la Covid19, están distorsionando de manera preocupante el desarrollo de este importante proceso.
Preocupante porque unos buenos presupuestos han de ser el resultado de trabajo preliminar por parte del equipo de gobierno, junto con el natural trabajo de contrapunto por parte de la oposición; pero este ejercicio hasta la fecha no se ha hecho o se ha hecho con poca participación de la oposición.
Preocupante porque la incertidumbre que plantea la nueva forma de calcular la plusvalía obliga a realizar ajustes en diferentes partidas presupuestarias y que, en una administración local como la EMD de Valldoreix en la que las partidas de gastos de personal y de prestación de servicios suponen una parte tan importante del presupuesto, reducen prácticamente a cero el margen de maniobra que ya en condiciones normales es limitado.
Preocupante porque la pandemia de la Covid19 por una parte nos ha planteado retos importantes que hay que acometer para poder salir de la crisis sanitaria, económica y social que está provocando.
Preocupante porque, por otra parte, estos mismos retos nos han brindado la oportunidad, a través de la suspensión temporal de la regla de gasto, de poder emplear el remanente, es decir, los fondos “ahorrados” durante los ejercicios anteriores, para acometer con ellos proyectos muy necesarios para nuestro municipio.
Preocupante porque el destino que se proponga a esta partida del remanente es la única herramienta realmente relevante y transformadora que tiene la EMD de Valldoreix y esta, es una circunstancia excepcional y con fecha de caducidad.
Aunque no es una partida que esté incluida en el presupuesto, ya que el remante se liberará formalmente dentro de dos o tres meses, el equipo de gobierno debería acompañar estos presupuestos de un Plan Estratégico de inversiones a acometer con cargo a este remanente.
Y esto es lo que más nos preocupa, la falta de este Plan Estratégico. Un Plan Estratégico a cuatro años vista, que recoja en términos generales los principales proyectos que el equipo de gobierno se propone acometer junto a su estimación presupuestaria. Y por otra, el detalle del Plan de Acción para el próximo 2022, donde se concrete el detalle, presupuesto estimado y calendario previsto de los proyectos que pretendan acometerse este año que viene.
No se puede dejar este ejercicio de planificación, sin duda el más importante porque recoge la voluntad política de actuación del equipo de gobierno y la partida presupuestaria más ambiciosa, al día a día de futuras modificaciones presupuestarias, y sujeto a posibles aprobaciones o desestimaciones dado que no cuenta con la mayoría política necesaria para dar luz verde o no a los proyectos.
No tener este Plan Estratégico consensuado con el resto de las fuerzas políticas pone en peligro la aprobación final de las cuentas, pero, sobre todo, priva a Valldoreix de una anticipación muy valiosa y del compromiso para poder impulsar los diferentes proyectos, proyectos que en muchos casos llevan años de retraso y que es ya urgente acometerlos con decisión.
En Ciudadanos estamos convencidos de la necesidad de contar con unos buenos presupuestos y por ello, todo el debate presupuestario debería abordar, tanto lo que vamos o no a aprobar en estos presupuestos para el 2022, como todo aquel conjunto de medidas que van a ser introducidas como modificaciones presupuestarias a lo largo del próximo año, y que son las que requieren de ambición política del equipo de gobierno para proponerlas, de capacidad negociadora por parte del resto de los partidos y en su caso, del liderazgo e iniciativa para llevarlas a cabo.
Una ambición y un compromiso político que hoy es más necesario que nunca. Una ambición y un compromiso político imprescindible para consolidar el desarrollo de los proyectos que necesita el Valldoreix del futuro.
José Miguel García (@DGarcia_MJ), es vocal de Cs en la EMD de Valldoreix