El pasado 27 de septiembre se celebró un pleno extraordinario sobre el estado de la ciudad. Aquí puedes recuperar la intervención de nuestro portavoz Aldo Ciprian:
Parecemos la Barcelona de Colau.
Esta sencilla frase es la que vienen repitiendo muchos vecinos de la ciudad hartos, como los barceloneses, de la suciedad, dejadez e inseguridad de su ciudad en manos de los comunes y del PSC.
Y quien lo dice no son precisamente los recién llegado a la ciudad, sino gente que lleva años paseando por las calles y aceras de Sant Cugat.
Falta de mantenimiento de las aceras y en las zonas públicas, suciedad en los barrios no tan visibles, vandalismo e inseguridad en las zonas comunes (el interior de 11 coches robados solo en la noche del viernes)… Son las frases más repetidas por los vecinos que se acercan a nuestros concejales para dejar sus quejas ante el inmovilismo del fraccionado gobierno municipal.
Eso y la frustración ante la buena voluntad de querer recuperar la ciudad ante los oídos sordos, pasividad y absoluta falta de solidaridad de los gobernantes y sus tres grupos municipales de gobierno estancos.
Esto puede ser perfectamente el diagnóstico de sus más de dos años de tripartito, pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
2019 fue el año de la llegada de la hidra de tres cabezas “de izaquierdas”: buena voluntad de hacer las cosas, desconfianza en los compañeros de viaje, y un claro culpable de todo lo que iba a suceder: el legado envenenado del gobierno convergente.
El 2020 tuvo, sin duda, un invitado protagonista que nadie se esperaba: la pandemia. Y con la pandemia llegó el bloqueo municipal, pocas ideas y mucho dinero acumulándose en las arcas municipales mientras las familias llegaban al límite de sus fuerzas y otros vecinos perdían la vida.
Aquí, como suele pasar en situaciones similares de dejadez administrativa, surgieron iniciativas en la ciudad para paliar con el esfuerzo de voluntarios, lo que la administración era incapaz de desbloquear. La solidaridad entre vecinos.
Cáritas, el ropero del Gilgal, la Asociación M’estimo, FABLAB Sant Cugat… Han sido los grandes protagonistas de esta pandemia y sus voluntarios, que en marzo del 2020 se jugaban la vida, los auténticos referentes de nuestra ciudad.
Entonces la excusa del bloqueo institucional fue la pandemia: la culpa de Madrid por la falta de las vacunas, la incompetencia del PROCICAT con la Sra. Alba Vergés como cabeza no pensante, los errores de la Generalitat. Nadie lo podía saber, “¡la culpa es de Menora!”, se afanaba nuestra alcaldesa en culpar a la bellísima isla de las Baleares tras organizar una fiesta mayor descontrolada que nos catapultó, en julio, a las portadas de los periódicos como la ciudad con más contagios COVID de toda España
Excusas peregrinas que no valen para aquellos que no han dejado de pagar, a pesar de no tener ingresos, ni uno solo de los impuestos con los que este Ayuntamiento ha sangrado a todos los vecinos, cebándose especialmente con los más desfavorecidos. O en los comercios que el gobierno, sus compañeros de partido, habían obligado a cerrar.
Mención especial al sector del ocio de nuestra ciudad que, dos años después, sigue con la persiana cerrada y sin ninguna ayuda por parte de las administraciones. Tampoco local, a pesar de las mociones que se aprueban en este plenario y que nunca se cumplen.
Ya sabemos que bajar impuestos es de derechas, pero cuando llega el agua al cuello es necesario una sensibilidad que ustedes han demostrado que no disponen. Ustedes ni sus chiringuitos como la AMB y los 12,5 millones que pagan las familias de Sant Cugat para mantener a dinosaurios políticos; aquellos que no han podido colocar en la Diputación. Y mientras, este gobierno, desde las alturas de sus poltronas, se ha dedicado a crear nuevos problemas económicos a nuestros vecinos mediante iniciativas que solo han hecho que bloquear los tímidos síntomas de recuperación: un carril bicicleta infrautilizado – ANELLA VERDA – que perjudica al comercio, restauración, actividades económicas y culturales y que atasca diariamente el tráfico en el centro.
Una Anella Verde que resta clientes al comercio de proximidad en beneficio de las grandes superficies comerciales, más de un 30% menos de facturación, según los propios comerciantes (aquellos que tuvieron la suerte de mantenerse abiertos).
No contentos con ello o, más bien, sin ideas de cómo gastarse el dinero que acumulaban en las arcas municipales, deciden gastarse más de 2 millones de euros en carriles bicicleta y accesorios varios en zonas ya conflictivas de circulación de la ciudad y que, en su mayoría, solo verá las ruedas de aquellos para los que la bicicleta es un medio de ocio, NO de transporte.
2 millones de euros en carriles bicicleta cuando la inversión en cultura, deportes, comercio o vivienda, según el detalle de sus propios presupuestos para el 2021, apenas supera los 580.000€. Eso y los dos millones de euros con que se riegan la oscura empresa municipal, PROMUSA, a la que parece que la gestión de la VPO y las áreas verde y azul de la ciudad, les parece poca cosa. Ahora también el servicio de la grúa.
Mientras tanto, el número total de VPO que ha ejecutado este gobierno “de izquierdas” y “progresista” con una empresa pública gravemente deficitiaria es el más absoluto cero. Lo prometían en sus programas, no nosotros.
La última ocurrencia, montar unas torres gemelas en uno de los barrios más densamente poblados de la ciudad: El Ragull Centre. Al más puro estilo convergente: pelotazo empresarial en un barrio de trabajadores, sin ningún criterio estético de respeto a la filosofía descuidad y la promesa de pisos VPO insuficientes ya de partida en 10 hectáreas de superficie industrial.
El resultado ha sido un técnico municipal “a la fuga” y como muchos de sus proyectos con cierto calado, un gran trabajo mediático y de autobombo de su departamento de marketing sobre una base de humo. No dejen que la realidad estropee un buen titular.
Del resto de los proyectos VPO – Zona Boehhringer, La Floresta, Golf… esperamos enterarnos algún día en los medios de comunicación, mediante otro reportaje de autobombo o, probablemente, en los programas municipales de sus partidos para el 2023.
Gran proyecto el suyo de vivienda bloqueando la adjudicación de licencias de obra (creo que ya estamos por encima de los 24 meses – 2 años, corríjanme si me equivoco) y promulgando una ley de control de alquileres, con el protagonismo absoluto de Junts, que no ha hecho más que reducir el parque inmobiliario y subir los precios de los alquileres. Bravo, otra vez portada de nuestra ciudad en los medios de comunicación nacionales.
Como si les pareciera poco, en breve, se dedicarán a perseguir a los pobres vecinos y visitantes que no suficientemente “cool” para tener un coche no contaminante, con una Zona de Bajas Emisiones que impulsan sin ningún estudio medioambiental (como confirmó en el último pleno la teniente de Alcalde de cambio climático) o de impacto socioeconómico y basándose únicamente en las directivas europeas que recomiendan crear este muro ecológico en ciudades mayores de 50.000 habitantes antes del 2030.
Saben señores del tripartito, esas mismas directivas europeas 2019/1161 hablan también de “la promoción de unos vehículos limpios debe hacerse en paralelo a un desarrollo ulterior del transporte público” – D#4, “La disponibilidad de infraestructuras de recarga y repostaje suficientes es necesaria para el despliegue de vehículos impulsados por combustibles alternativos” D#9 “contratación pública de vehículos limpios” – D#11. “los principios de la economía circular exigen una prolongación de la vida útil del producto”- D#15 .
Ustedes empiezan la casa por el tejado pero nunca se olvidan de arañar el bolsillo de sus vecinos, y especialmente, de aquellos que peor lo están pasando.
¿Saben ustedes que en esos 4 km2 de zona “Contaminante” hay más de un 13% de zona verde? (Parque de la Pllancreda y de Can Mates) ¿Deberán pagar los vecinos el impuesto de circulación municipal si no pueden mover el coche de sus garajes?¿Y pagar el nuevo impuesto de CO2 si no contaminan porque este Ayuntamiento les impide que muevan su vehículo de la puerta de sus casas? El 1 de noviembre lo sabremos con certeza.
Ciertamente es más fácil perseguir con sus cámaras a los pobres abuelos o estudiantes infractores para multarlos que a los que cada semana destrozan nuestros vehículos en busca de lo ajeno. Sin mancharse las manos.
Ya acabando mi primera intervención, me gustaría resumirla con una breve pero rotunda afirmación:
No, no estamos mejor que hace dos años cuanto, tras más de una década de decadencia de la ciudad en manos de los neoconvergentes, la ciudad decidió que fueran ustedes sus representantes de gobierno, gobierno del cambio.
Pero ese cambio no ha llegado, solo excusas, y el tiempo se les agota.
Dicen las malas lenguas que los dirigentes de este gobierno miran más por un futuro en la Generalitat que por el presente de la ciudad de Sant Cugat. Probablemente, porque allí es más fácil pasar inadvertido ante la desidia general que tener que dar la cara, día a día, ante una ciudad exigente como es Sant Cugat.
En resumen, dos años después del inicio de su mandato, lo comentado: Parecemos la Barcelona de Colau.