Hace unos días hemos sabido que Sant Cugat, junto a casi una veintena de municipios del Área Metropolitana de Barcelona, entrarán a formar parte de la Zona 1 del transporte metropolitano. Es una buena noticia al cumplirse una de las reivindicaciones históricas de nuestro municipio. En Cs nos alegramos, pero nos preocupa el cómo se ha hecho o la contrapartida que esto tendrá.

Desde la AMB se ha proporcionado poca o nula información sobre cómo se pagará esta nueva entrada. Se sabe que será por medio de una subida de impuestos que se cobrarán junto al IBI. Pero desconocemos – y ahí lo preocupante – la cantidad exacta y el momento del pago.

Si a eso le sumamos que Sant Cugat es una de las ciudades con el recibo de IBI más caro (sin que el equipo de gobierno actual acceda a reducirlo como desde Cs venimos reclamando), esta nueva subida de impuestos se presenta inaceptable.

La falta de transparencia en esta cuestión nos plantea la duda de hasta dónde llega el afán recaudatorio de la AMB, incapaz a día de hoy de mejorar el transporte de miles de ciudadanos sin subir tasas o impuestos. Prueba de ello, la reciente noticia de que la T-Movilitat (billete especial con descuento) no entrará en vigor hasta por lo menos el 2019, tras el enésimo retraso que sufre.

Nos preocupa la forma de pagar este nuevo cambio de Zona. La solución no debe pasar por subir impuestos a los ciudadanos, que suficiente dinero pagan.

La solución debe pasar por un proyecto global de movilidad, moderno y avanzado que satisfaga las necesidades de los ciudadanos. La solución pasa, también, por una gestión eficiente y responsable de los recursos públicos, permitiendo en la medida de lo posible que los ciudadanos no vean incrementados los impuestos que pagan.