A veces es necesario hacer autocrítica en esta vida. Me refiero a cuando a los políticos se nos llena la boca de pedir participación ciudadana, de acercar las instituciones a nuestros vecinos, de lanzar manifiestos acerca de cómo pensamos resolver los problemas que preocupan a la gente. Y sin embargo a la vez que realizamos todas estas acciones, nuestro comportamiento, o mejor dicho el de algunos partidos políticos, no hace sino ahuyentar al prójimo.
El Pleno celebrado en el día de ayer, 15 de febrero de 2016, es el reflejo fiel de lo que pretendo decir. El público que abarrotaba la sala en el turno abierto de participación fue abandonando, de forma paulatina, el recinto. Lógico. Había que tener un gran interés en estar presente en alguno de los puntos que todavía quedaban por tratar y tener más paciencia que Job para quedarse al final de la fiesta, que finalizó al filo de la medianoche.
De esta forma, vecinos de Can Barata, por poner un ejemplo, tuvieron que esperar a que abordásemos el punto número 19 para poder informarse de las modificaciones urbanísticas que les ocupan y preocupan. Ello supuso tener que hacer de tripas corazón y fumarse mociones sobre las que no tenemos ningún tipo de competencias: así fueron desfilando temas como el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, las desconexiones varias con España que en el mundo son, las aventuras y desventuras que afectan al estatus del Sr. Romeva y un largo etcétera.Todo ello con las argumentaciones de las mociones, réplicas y contrarréplicas. Demasiado para el body.
Si el temario no resultaba atractivo para el sufrido espectador, la actitud de Convergencia tampoco invitaba a quedarse. Poco acostumbrados a perder mociones, fueron varias las ocasiones en las que algunos miembros del equipo de gobierno tuvieron salidas de tono desafortunadas, lo que a la postre enrareció el ambiente.
Sin ánimo de colgarnos medalla alguna, el grupo municipal de Ciutadans no entró en ningún debate que no fuera estrictamente municipal. Y directamente, en la moción que pretendía la desconexión con el Estado, decidimos coger las de Villadiego.
Con tal panorama, y tal y como había transcurrido el Pleno, se tuvo que dar por concluida la velada sin poder responder in situ a las preguntas que formulamos los regidores en Ruegos y Preguntas, anotándolas simplemente y con el compromiso de atenderlas en las comisiones informativas pertinentes. Preguntas y ruegos, estos sí, todos de carácter local.
Y luego, en fin, algunos de quienes nos gobiernan se sorprenden de cómo nos luce el pelo, y de lo pasota que es la gente. Olé ellos.
Sergio Blázquez (@SergioBlazquezA), és regidor de Ciutadans a Sant Cugat i coordinador de l’agrupació
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